La MARCHA NORDICA es un ejercicio de los más completos ya que al andar con unos bastones especialmente diseñados para el desarrollo de esta actividad se optimiza el esfuerzo físico realizado en el movimiento bio-mecánico de nuestro cuerpo al caminar. Este tipo de ejercicio está reconocido como una actividad física que involucra al cuerpo entero, tanto que puede consumir más de un 40% más de energía que una caminata convencional. Además es suave para las articulaciones y adecuado para todas las edades y niveles de estado físico, y se puede practicar en cualquier lugar al aire libre.
Hay que aprender la técnica, no es simplemente echarse a andar con un bastón. El servicio de Salud Pública de Reino Unido recomienda aprender la técnica básica de la marcha nórdica con un instructor cualificado. Cuando se realiza con la técnica adecuada los bastones alivian el peso de las rodillas y de las articulaciones inferiores, lo cual hace que sientas los pies más ligeros. Los bastones de la marcha nórdica son diferentes de los utilizados para hacer senderismo, por la manera en la que se utiliza el asa y por el ángulo en el que se incrustan en el suelo. Hay distintos movimientos dentro de esta disciplina dependiendo, por ejemplo, de cada cuántos pasos se apoyan los bastones o de si el movimiento es saltando, corriendo o caminando.
Para apuntarse a Marcha Nórdica lo primero es hacerte socio del Centro Cultural Blas de Otero (ver http://www.blasdeotero.org/hazte-socio/). A continuación tienes que realizar el cursillo, que cuesta 25€ y que se hace una mañana en fin de semana. Una vez hecho el cursillo se te incluye en el grupo de salidas para coordinar las mismas. Estas se hacen entre semana, por la mañana o por la tarde, normalmente martes, jueves y sábados, con monitor y de manera gratuita.
Las autoridades de la salud de Inglaterra acaban de incluir la marcha nórdica en una lista de actividades regulares recomendables para todos lo adultos para fortalecer los músculos, los huesos y potenciar el equilibrio. Igual que otros tipos de actividades moderadas, la caminata nórdica básica puede disminuir el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas, como cardiopatías y diabetes de tipo 2, asma, derrame y algunos tipos de cáncer. Además, como cualquier otro ejercicio, puede usarse como parte de un programa de pérdida de peso. La marcha nórdica no afecta a las articulaciones más que caminar, así que es adecuada para personas que tienen sobrepeso o problemas de articulaciones.